¿Por qué aparecen los dolores menstruales?

¿Por qué aparecen los dolores menstruales?
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    Cristina Torres Pascual
    Fisioterapeuta / Ftp. Musculoesquelética

    Estoy Diplomada en Fisioterapia, por la Escuela Universitària de Fisioteràpia Gimbernat, adscrita a la UAB, en el año 1988.Soy Licenciada en Documentación graduada en la Universitat Oberta de Catalunya, en el año 2008. Además desde 2002 soy profesora titular, acreditada por la AQU, en la Escola Universitària de la Salut il'Esport. EUSES. Salt, Girona. 

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El dolor menstrual o dismenorrea son algias en forma de cólicos, localizadas a nivel  suprapúbico pudiéndose irradiar a fosas ilíacas, zona lumbar y cara interna de los muslos. En ocasiones, se acompaña de otros síntomas como náuseas, vómitos, distensión abdominal, calambres, cefaleas, diarrea, dolor articular, palpitaciones, hipersensibilidad en los senos, ansiedad o irritabilidad, entre otros. La duración de la clínica oscila entre las 4 horas a 4 días desde el inicio del sangrado.

Epidemiología

Esta situación, según distintos estudios, se da entre el 20 y 90% de las mujeres en edad reproductiva, llegando el 30% de los casos a manifestar un dolor intenso que afectará a su rendimiento académico, laboral, familiar o social.

Ciclo menstrual

El ciclo menstrual, el cual consta de fase folicular, ovulatoria y lútea, se ajusta al intervalo entre menstruaciones cuya función biológica es la ovulación y el acondicionamiento para llevar a término un embarazo. Para que estos tres ciclos sean normales se necesita una buena integridad del eje hipotálamo-hipofisario-adrenal que permita una correcta coordinación entre las diferentes hormonas implicadas. Además, los ovarios han de ser normales y el endometrio debe responder a los esteroides ováricos y a la permeabilidad de las vías genitales femeninas originadas a partir del sistema de Müller. Es importante que hormonas como la del crecimiento, la prolactina y las correspondientes al eje tiroideo se presenten en niveles óptimos. No obstante, en un gran porcentaje de las mujeres este proceso fisiológico se ve alterado por un incremento indiscriminado de prostaglandinas, que a su vez modifican la motilidad uterina acentuando las contracciones miometriales pudiendo llegar a presiones de 120-150 mmHg, desencadenando dolor.

Paralelamente, estos cambios provocan hipoxia uterina, por la disminución del flujo sanguíneo en la zona, que inducirá principalmente al aumento de prostaglandinas y leucotrienos. La máxima liberación de éstos se da en las primeras 48h de la menstruación momento en que el dolor será más manifiesto. La síntesis anormal, cíclica y repetitiva, de mediadores inflamatorios correspondiente al sistema reproductor femenino, ayuda a la aparición de diversos  síntomas y daños de los tejidos correspondientes a la misma metámera. El hecho que el dolor menstrual se asocie a una sensibilización central, favorece que la hiperalgesia involucre distintos segmentos espinales y diferentes tejidos como piel, tejido adiposo o músculo y se extienda a distintas áreas, generando la sintomatología que acompaña al dolor.

Sin embargo, los daños que se dan en cada ciclo menstrual pueden incluso llegar al cerebro. A través de la morfometría se pueden evidenciar cambios funcionales y estructurales a nivel cerebral derivados de la dismenorrea, relacionándose con niveles anormales de materia gris de las áreas implicadas en la modulación y transmisión del dolor, experiencia afectiva y regulación de la función endocrina; así como alteraciones en el metabolismo de la glucosa en la red tálamo-orbitofrontal-prefrontal.  

 Por todo ello, es imprescindible un diagnóstico y actuación precoz, para controlar la causa que genera la dismenorrea y disminuir el impacto de la menstruación en la salud de la mujer a corto y largo plazo. 

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